domingo, 28 de agosto de 2011

Fragm. El Libro de las Preguntas - Edmond Jabes


Y Yukel habla:

Te busco.
El mundo donde te busco es un mundo sin árboles.
Sólo calles vacías,
calles desnudas,
el mundo donde te busco es un mundo abierto a otros mundos sin nombre,
un mundo donde no estás, donde te busco.
Están tus pasos,
tus pasos que sigo, que espero.
He seguido el lento caminar de tus pasos sin sombra,
sin saber quién era yo,
sin saber a dónde me dirigía.
Un día estarás.
Será aquí, en otro lugar,
un día como todos los días en que estás.
Será, tal vez, mañana.
He seguido, para llegar hasta ti, otros caminos amargos
donde la sal quebraba la sal.
He seguido, para llegar hasta ti, otras horas, otras riberas.
La noche es una mano para quien sigue la noche.
De noche, todos los caminos caen.
Era necesaria esa noche en que tomé tu mano, en que estábamos solos.
Era necesaria esa noche como era necesario ese camino.
En el mundo donde te busco eres la hierba y el deshielo.
Eres el grito perdido en que me extravío.
Pero también eres, ahí donde nada vela, el olvido hecho de cenizas de espejo.


domingo, 14 de agosto de 2011

The Thing I Am - Jorge Luis Borges


He olvidado mi nombre. No soy Borges
(Borges murió en La Verde, ante las balas)
Ni Acevedo, soñando una batalla,
Ni mi padre, inclinado sobre el libro
O aceptando la muerte en la mañana,
Ni Haslam, descifrando los versículos
De la Escritura, lejos de Northumberland,
Ni Suárez, de la carga de las lanzas.
Soy apenas la sombra que proyectan
Esas íntimas sombras intrincadas.
Soy su memoria, pero soy el otro
Que estuvo, como Dante y como todos
Los hombres, en el raro Paraíso
Y en los muchos Infernos necenarios.
Soy la carne y la cara que no veo.
Soy al cabo del día el resignado
Que dispone de un modo algo distinto
Las voces de la lengua castellana
Para narrar las fábulas que agotan
Lo que se llama la literatura.
Soy el que hojeaba las enciclopedias,
El tardío escolar de sienes blancas
O grises, prisionero de una casa
Llena de libros que no tienen letras
Que en la penumbra escande un temeroso
Hexámetro aprendido junto al Ródano,
El que quiere salvar un orbe que huye
Del fuego y de las aguas de la Ira
Con un poco de Fedro y de Virgilio.
El pasado me acosa con imágenes.
Soy la brusca memoria de la esfera
De Magdeburgo o de dos letras rúnicas
O de un dístico de Angelus Silesius.
Soy el que no conoce otro consuelo
Que recordar el tiempo de la dicha.
Soy a veces la dicha inmerecida.
Soy el que sabe que no es más que un eco,
El que quiere morir enteramente.
Soy acaso el que eres en el sueño.
Soy la cosa que soy. Lo dijo Shakespeare.
Soy lo que sobrevive a los cobardes
Y a los fatuos que han sido

Memoria Iluminada: Documental sobre Alejandra Pizarnik

Documental de 4 capitulos sobre Alejandra Pizarnik del canal Encuentro del Ministerio de Eduación. La serie, dirigida y escrita por Virna Molina y Ernesto Ardito, apunta a recorrer los principales conflictos y trances de su vida que le fueron dejando una profunda marca en su producción poética, en el contexto de rupturas y nuevas vanguardias que irrumpieron en los años sesenta y setenta.

Capitulo 1: Flora, ese ser imperfecto


Capitulo 2: Los Años Felices

Capítulo 3: El Retorno 


Capítulo 4: Final de Juego 


 

sábado, 13 de agosto de 2011

Hace apenas días - Hugo Mujica


Hace apenas días murió mi padre,
hace apenas tanto.
  
cayó sin peso,
como los párpados al llegar
la noche o una hoja
cuando el viento no arranca, acuna.
   
Hoy no es como otras lluvias
hoy llueve por vez primera
                             sobre el marmol de su tumba

bajo cada lluvia
podría ser yo quien yace, ahora lo sé,
                              ahora que he muerto en otro.

viernes, 5 de agosto de 2011

En el laberinto - Olga Orozco


Más de veinte mil días avanzando, siempre penosamente,
siempre a contracorriente,
por esta enmarañada fundación donde giran los vientos
y se cruzan en todas direcciones paisajes y paredes tapiándome la puerta.
No sé si al continuar no retrocedo
o si al hallar un paso no confundo por una bocanada de niebla mi camino.
Tal vez volver atrás sea como perder dos veces la partida,
a menos que prefiera demorarme castigando las culpas
o aprendiendo a ceñir de una vez para siempre los nudos de la duda y el adiós,
pero no está en mi ley el escarmiento, la trampa en el reverso del tapiz,
y tampoco podré nacer de nuevo como la flor cerrada.
Habrá que proseguir desenrollando el mundo, deshaciendo el ovillo,
para entregar los restos a la tejedora,
comoquiera que sea, en el extremo o en el centro, a la salida.
He visto varias veces pasar su sombra por algunos ojos,
cubrirlos hasta el fondo;
varias veces graznaron a mi lado sus cuervos.
Perdí de vista fieles paraísos y amores insolubles como las catedrales.
Encontré quienes fueron mis propios laberintos dentro del laberinto,
así como presumo que comienza uno más donde se cree que éste se termina.
Extravié junto a nidos de serpientes mi confuso camino
y me obligó a desviarme más de un brillo de tigres en la noche entreabierta.
Siempre hay sendas que vuelan y me arrojan en un despeñadero
y otras me decapitan vertiginosamente bajo las últimas fronteras.
Recuento mis pedazos, recojo mis exiguas pertenencias y sigo,
no sé si dando vueltas,
si girando en redondo alrededor de la misma prisión,
del mismo asilo, de la misma emboscada, por muchísimo tiempo,
siempre con una soga tensa contra el cuello o contra los tobillos.
A ras del suelo no se distingue adónde van las aguas ni la intención del muro.
Sólo veo fragmentos de meandros que transcurren como una intriga en piedra,
etapas que parecen las circunvoluciones de una esfinge de arena,
corredores tortuosos al acecho de la menor incertidumbre,
trozos desparramados de otro mundo que se rompió en pedazos.
Pero desde lo alto, si alguien mira,
si alguien juzga la obra desde el séptimo día,
ha de ver la espesura como el plano de una disciplinada fortaleza,
un inmenso acertijo donde la geometría dispone transgresiones y franquicias,
un jardín prodigioso con proverbios para malos y buenos,
un mandala que al final se descifra.
Ignoro aquí quién soy.
Tal vez alguien lo sepa, tal vez tenga un cartel adherido a la espalda.
Sospecho que soy monstruo y laberinto.